Se calcula que el 38 al 48% de los pacientes tipo 2 sufren trastorno del sueño. De hecho, la probabilidad de padecer diabetes es dos veces mayor en aquellas personas que habitualmente duermen menos de 6 horas. Es decir, padecer diabetes predispone a padecer trastorno del sueño, pero a su vez, dormir poco también predispone a padecer diabetes. De hecho una persona joven y previamente sana las restricciones del sueño a 4 horas por día a lo largo de 6 días es de por sí suficiente para reducir la curva de tolerancia a la glucosa y producir un estado hiperglucémico.
¿Por qué ocurre esto?
Al dormir poco se elevan los niveles de cortisol y de hormona del crecimiento y de hecho, ambas hormonas antagonizan los efectos de la insulina. Además, las personas que duermen poco tienen niveles más elevados de sustancia como TNF- alfa, interleuquina 6 y proteína C-reactiva, sustancia todas ellas que aumentan la resistencia a la insulina.
Al dormir la secreción de leptina, esta hormona, también llamada de la sociedad, favorece que las personas que duermen poco tienen propensión a la obesidad.
En suma, la falta de sueño aumenta la propensión a padecer diabetes. Asimismo, para las personas que ya padecen diabetes, dormir poco empeora el pronóstico de la enfermedad.
El sueño se compone de 5 etapas; REM y fases 1,2,3 y 4, conocidas como sueño lento o profundo, se consideran las más reparadoras y directamente relacionadas con cambios metabólicos y hormonales. En estas fases se regulan los niveles de insulina, ya que en este momento el cerebro utiliza menos glucosa, la glándula pituitaria secreta menos corticosteroides la actividad nerviosa y muscular es menos activa , por lo que los requerimientos energéticos disminuyen. Pasa lo contrario durante las primeras fases del sueño (fase 1 y 2) y fase REM , en las que hay más actividad nerviosa y más requerimientos energéticos.
Así pues, dormir bien ayuda al páncreas a regular los niveles insulínicos en sangre y es muy importante que la calidad del sueño sea buena todas las noches. Las personas que padecen diabetes mellitus tipo 2 (DMT2) no tienen una buena calidad de sueño y sufren continuos despertares. Para esta situación, es importante adquirir buenos hábitos y tener buena higiene dormir.
Pero también que las personas que tienen diabetes tienen mayores probabilidades de padecer de un trastorno del sueño, tales como:
Síndrome de apnea del sueño: consiste en ronquido nocturno severo acompañado de pausas respiratorias. Suelen ser personas obesas que durante el día tienen dificultades para mantenerse despiertos.
Síndrome de pierna inquieta: son sensaciones molestas, con frecuencia , sensación de desasosiego que se producen en las piernas por la noche, siempre que la persona afectada intenta permanecer en reposo.
Neuropatía diabética: es una lesión en los nervios periféricos de las personas y brazos que se produce de manera específica en la diabetes. Inicialmente solo se detecta mediante pruebas y exámenes específicos, pero conforme avanza, puede ir asociado a pinchazos, hormigueos, calambres y falta de fuerza y puede alterar el sueño.
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