Una de cada diez personas podrían tener diabesidad, la suma de diabetes tipo 2 más obesidad o sobrepeso. Este tipo de pacientes tiene tres veces más riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Entre el 11 y 12 % de la población podría tener diabetes tipo 2 y obesidad o sobrepeso, según estimaciones.
Por separado, las dos patologías son factores de riesgo de complicaciones en caso de padecer enfermedades como la COVID-19, pero padecerlas juntas implica un peor pronóstico y un difícil manejo en caso de contagio.
¿Qué es la diabesidad?
La obesidad no es solo un problema estético, es una enfermedad que empeora la calidad de vida y provoca numerosas patologías, entre ellas la diabetes.
La combinación de ambas es lo que se conoce como diabesidad y padecerla puede derivar en otras complicaciones.
La doctora Irene Bretón, presidenta de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), afirma que la obesidad es una enfermedad que no siempre se considera como tal o no se reconoce su importancia.
“No se ve como enfermedad devastadora, que aumenta el riesgo de mortalidad y da lugar a múltiples complicaciones, además de un deterioro evidente de la calidad de vida”.
La Dra. Bretón insiste en los riesgos que entraña para la salud padecer sobrepeso ya que hay estudios que observan que las personas con formas graves de obesidad pueden perder entre 10 y 12 años de vida.
Lamentablemente, este trastorno no es solo un problema de los adultos. Cada vez es más frecuente en la población infantil y juvenil. Se están viendo casos de adolescentes obesos con diabetes tipo 2, algo impensable hace unos años.
Los riesgos de padecer diabesidad
Por todo esto, es importante prevenir la obesidad y con ello el desarrollo de diabetes tipo 2 que puede derivar en otras patologías como las enfermedades cardiovasculares, tales como hipertensión arterial, infartos de miocardio, enfermedades cerebrovasculares, miocardiopatías, etc.
De hecho, las personas con diabetes tienen hasta tres veces más riesgo a sufrir este tipo de trastorno que las que no tienen diabetes.
Esto se debe a que la diabetes es una enfermedad metabólica que tiene una relación directa con la enfermedad cardiovascular que llega a ser la principal causa de muerte de las personas con diabetes tipo 2.
Cómo prevenirla
En estos casos, junto al tratamiento, la dieta y el ejercicio son los pilares básicos. Aunque estos expertos reconocen la dificultad para conseguir cambiar el estilo de vida del paciente y seguir el tratamiento.
En cuanto a los hábitos nutricionales la doctora Irene Bretón explica que, “ hay que aprender a comer mejor, no es sólo cuestión de comer menos. Tenemos que adaptar las calorías que ingerimos a lo que vamos a gastar y mejor la calidad nutricional de nuestra alimentación, en base a la dieta mediterránea, pero siempre estableciendo objetivos individualizados”.
También es muy importante el ejercicio físico, que dependerá de la edad, el nivel de entrenamiento y la existencia de otras patologías. Para la mayoría de los adultos se le recomienda 150 minutos o más de actividad física de intensidad moderada a fuerte por semana, distribuida en al menos 3 días a la semana y ejercicios de fuerza.
Los expertos ponen el énfasis en que si se trata de obesidad, las enfermedades asociadas, como la diabetes tipo 2, desaparecen más del 50% de los casos de diabetes tipo 2.
Cuándo se necesita tratamiento farmacológico
Si con las modificaciones en el estilo de vida y el ejercicio físico no se consiguen los objetivos marcados, hay que comenzar el tratamiento farmacológico y es importante buscar alternativas de tratamiento adaptadas a la vida de cada paciente.
En la actualidad, los expertos aseguran que la diabesidad exige una visión completa del paciente que considere desde los factores ambientales a los genéticos, según nos dirigimos hacia un futuro marcado por la medicina de precisión, que permitirá indicar el tratamiento adecuado, en el paciente adecuado y en el momento adecuado.
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