El mal funcionamiento de las células de defensa, reduce la capacidad del organismo del paciente para reaccionar ante un ataque de hongos y bacterias, quienes se alojan en el cuerpo debido a los altos niveles de glucosa, de manera que los pacientes diabéticos desafortunadamente tienen mayor riesgo a padecer problemas de la piel, especialmente cuando no llevan a cabo de manera adecuada el tratamiento para su condición.