Nuevos datos indican que la COVID-19 podría causar diabetes en personas sanas o agravarse en aquellas que ya la tenían. Los investigadores de un grupo internacional apuntan a que podría  existir una relación bidireccional entre diabetes y la COVID-19.

Desde el inicio de la pandemia ya se señaló que tener diabetes se relaciona con una mayor gravedad en caso de contraer el coronavirus.

Ahora existen también indicios de que la COVID-19 podría desencadenar una diabetes en personas que anteriormente no la tenían y agravarla en aquellas que la tenían.

Relación bidireccional entre la COVID-19 y la diabetes

La detección de casos de personas con el nuevo coronavirus, tanto diabéticas como no diabéticas, que llegaban al hospital con la glucemia muy alta, ha llevado a este grupo de investigadores a plantear la hipótesis de que existe una relación bidireccional entre la COVID-19 y la diabetes.

Por un lado, la diabetes puede empeorar el pronóstico de la COVID-19 y por otro lado, el coronavirus puede desencadenar o agravar la diabetes.

En algunas personas con COVID-19 sanas se ha detectado una diabetes de nueva aparición.

En personas que ya tenían diabetes, se han destacado complicaciones graves como la cetoacidosis diabética y la hiperosmolaridad, que requieren dosis muy alta de insulina.

Registro COVIDIAB

Para analizar y determinar los rasgos que definen la diabetes de nueva aparición relacionada con el COVID-19, este grupo internacional de investigadores expertos en diabetes ha establecido el Registro CoviDiab, cuyos detalles se han publicado en la revista The new England Journal of Medicine.

El objetivo del registro es establecer el alcance y las características de esta diabetes, que se define por hiperglucemia, COVID-19 confirmada y antecedentes negativos de diabetes.

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El registro se ampliará para incluir a pacientes con diabetes que presenten una alteración grave de la enfermedad.

Estos receptores ACE no solo se encuentran en los pulmones. También están presentes en órganos y tejidos que participan en el metabolismo de la glucosa, como el páncreas, el intestino delgado, el tejido adiposo, el hígado y el riñón.

Esto, según los investigadores, hace posible que el SARS-CoV-2 provoque alteraciones en el metabolismo de la glucosa que podría ocasionar la aparición de la diabetes o agravarlas.

Diabetes e infecciones víricas

De hecho, existen precedentes de otros coronavirus que, al igual que el SARS.CoV-2, se unen a los receptores ACE2 y que han provocado la aparición de diabetes.

En el caso del SARS-CoV 1, indica los investigadores, ya se observó una mayor incidencia de glucemia en ayunas y diabetes aguda.

Preguntas por resolver

El análisis de los datos del riesgo CovDiab pretende aclarar diversas dudas como, por ejemplo, si las alteraciones en el metabolismo de la glucosa se resuelven una vez se supera la COVID-19, si la nueva diabetes es de tipo 1 o 2 o se trata de un nuevo tipo, o cuál es la frecuencia de la aparición de diabetes en personas con COVID-19.

Aclarar estas dudas ayudará a determinar las estrategias de tratamiento y seguimiento de las personas afectadas, durante y después de la pandemia.

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