La diabetes se produce producto de los altos niveles de azúcar en la sangre. Esta condición suele provocar cambios músculo esqueléticos que se manifiestan con dolor e hinchazón de las articulaciones y también puede favorecer la formación nódulos bajo la piel y engrosamiento de la piel.

Algunas investigaciones han demostrado que más de la mitad (52%) de las personas con diabetes también tienen algún tipo de artritis. Por ejemplo:

  • En los pacientes con diabetes tipo 1 el sistema inmunológico ataca al páncreas, situación muy similar en el caso de la artritis que ataca la membrana sinovial. Otra de las relaciones identificadas en ambas condiciones es que al desarrollarse los niveles de la proteína C reactiva (PCR) se elevan. Del mismo modo, los estudios han identificado que las personas con diabetes muestran un incremento en el factor necrosis tumoral alfa (FNT-a), el cual está vinculado con la inflamación de algunos tipos de artritis. Genéticamente, también se han encontrado otros genes correlacionados entre la artritis idiopática juvenil y la diabetes tipo 1.
  • Otro de los tipos de diabetes relacionado con enfermedades en los huesos es la diabetes tipo 2. En este caso se vinculan debido a los factores que aumentan el riesgo de padecerlas, es decir, la edad y el peso. El aumento de la edad más la pérdida de masa muscular aumenta las probabilidades de desarrollar ambas condiciones. Por su parte, el peso aumenta la tensión en las articulaciones de las rodillas y también incrementa la resistencia a la insulina, lo cual crece la probabilidad de osteoporosis y diabetes tipo 2 respectivamente.

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