Una vez que eres diagnosticado con algún tipo de diabetes, es normal que exista un impacto alto a las emociones, ya que puede causar temor el tener que pincharte para medir tu azúcar e inyectarte la insulina.
A medida que pasa el tiempo, las mediciones y las inyecciones pasan a ser algo cotidiano, como si fuera parte de tu rutina, y poco a poco se van disminuyendo las emociones negativas, al sentir que tienes la diabetes bajo control.
Sin embargo, pueden existir situaciones en las que no te sientas tan bien emocionalmente, y es totalmente normal, ten en cuenta que un paciente de diabetes tiene un 20% de probabilidades de tener algún tipo de ansiedad en algún momento, debido al manejo y control de la misma. En esos casos te recomendamos:
- Hacer actividad física: Esta te puede ayudar a tomar un aire nuevo y recargar tus energías.
- Realiza ejercicios de relajación: La meditación y el yoga, pueden ayudarte a tranquilizar tus emociones y ver todo con más claridad.
- Llama o envía un mensaje a un amigo: Al contactarte con alguien que conoce sobre tu enfermedad, puedes sentirte apoyado y tranquilo.
- Tomate un descanso: Muchas veces con el día a día, se puede sentir mucha presión, al hacer tu actividad favorita puedes recargar energías.
- Lleva un control con tu médico: Saber cómo va tu condición y mantenerla bajo control, te ayudará a sentirte más tranquilo y seguro.
Es importante que tengas en cuenta que las emociones y la diabetes, están muy relacionadas, ya que los sentimientos fuertes pueden llegar a elevar tus niveles de glucosa en la sangre, por eso te recomendamos manejar las situaciones estresantes y mantener tus emociones bajo control.
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