Los pacientes con diabetes pueden experimentar en su mayoría pequeñas problemas en la piel, ya que los niveles elevados de glucosa en la sangre hacen que se incremente la pérdida de fluidos provocando que la piel se empiece a resecar.

La piel de las personas que padecen diabetes es mucho más propensa a presentar lesiones e inflamaciones. Las defensas en el cuerpo en algunas ocasiones reducen su actividad de protección ante bacterias u hongos que se encuentran en muchos de los alimentos que consumimos.

En la superficie de la piel de los pacientes con diabetes se aloja con facilidad ciertos gérmenes que hacen que sea más fácil desarrollar estas infecciones y su principal fuente de energía de los microorganismos son los carbohidratos o azúcares, estos últimos se encuentran en altas concentraciones en la sangre de quienes sufren esta enfermedad.

La diabetes hace que se produzca una sensación de picazón en cualquier lugar del cuerpo y estas son provocadas por una infección y especialmente por resequedad. La resequedad es una manifestación que los pacientes diabéticos sufren, aunque esto no es un factor de riesgo para la vida de la persona, pero sí es importante para su bienestar general, pues su presentación crea mucha incomodidad de quien la sufre.

El problema puede crecer cuando los altos niveles de glucosa dañan las terminaciones nerviosas (neuropatía diabética) que emiten señales como dolor que pueden advertir al enfermo de una lesión, de manera que el paciente no se dé cuenta de que hay cortaduras o úlceras y deja que la complicación avance por desconocer la presencia de estas lesiones.

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Esta resequedad en la piel (xerosis) se produce por una reducción de las grasas que forman el manto ácido de la piel y este es el encargado de lubricar y proteger de las bacterias e irritaciones, por la reducción de ceramidas y aminoácidos que son las encargadas de ayudar a mantener una buena hidratación y regeneración dérmica.

La falta de estos elementos da como resultado que la piel se vuelve reseca y se torne áspera, escamosa, enrojecida e irritada y a esto se le puede agregar los factores del clima seco o frío lo que a los pacientes que sufren esta enfermedad hace que sea más molesto.

La diabetes mal controlada hace que se altere el sistema de defensas del organismo (inmunológico) el cual se verá reducido su funcionamiento frente a una infección cutánea permitiendo de esta manera crezca.

Según la Asociación Americana de Diabetes dice que un tercio de los pacientes diagnosticados con esta enfermedad pueden tener problemas cutáneos y estos problemas de la piel son indicadores propios de la diabetes.

Tratamiento

·  Mantener la piel húmeda.

·  Evitar detergentes, desengrasantes por su efecto irritante.

·  Las duchas deben ser tibias y no calientes.

·  Uso limitado del jabón.

·  Utilizar cremas y pomadas.

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