Un 70% de los casos de diabetes tipo 2 podría evitarse con dieta y ejercicio. Comer bien y con una actividad adecuada, en solo un mes, sus niveles de glucosa pueden volver a la normalidad.

Se calcula que en España hay dos millones de personas que sufren diabetes tipo 2 y no lo saben.

La razón de ello es que la diabetes no da síntomas hasta que está avanzada, por lo que muchas veces se descubre por casualidad al realizar un análisis de sangre, explica la doctora Clotilde Vázquez, jefa del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz.

Los efectos del azúcar alto

Unos niveles elevados y continuos de glucosa en sangre están muy ligados a alteraciones de salud graves, algo que no tiene por qué suceder  si se pone en práctica un plan de salud.

Su corazón sufre: es uno de los órganos que más padece por el exceso continuo de glucosa en sangre. El azúcar alto daña progresivamente los vasos sanguíneos del corazón y favorece la arteriosclerosis que es el endurecimiento de las arterias.

Los riñones trabajan de una forma inadecuada, pues el azúcar también deteriora las células del riñón encargadas de filtrar la sangre de manera que no realizan bien su tarea de limpieza.

Afecta a la memoria, la glucosa alta en la sangre, mantenida durante años, se considera un factor de riesgo de alzhéimer y es lógico igual que se dañan los vasos sanguíneos del corazón, deterioran los del cerebro.

La vista se resiente: la diabetes mal controlada reduce el riesgo sanguíneo de la retina y puede provocar retinopatía diabética.

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Ataca dientes y encías, también triplica el riesgo de periodontitis, trastornos que a su vez favorecen la diabetes tipo 2.

No esperar a que se dispare para actuar

Para evitar la acción devastadora de la glucosa en el organismo, lo mejor es prevenir y para ello, todos tendríamos que hacernos una analítica, al menos, una vez al año y cada 6 meses cuando hay factores de riesgo.

Si los niveles de azúcar están por encima de 100 mg por dl de sangre en ayunas ya debería saltar señales de alarma. Estos resultados indican que el metabolismo de los hidratos de carbono no es perfecto, lo que significa que la glucosa tiene dificultad para llegar a las células y se acumula en el torrente sanguíneo, donde actúa poco a poco dañando los vasos sanguíneos del corazón, el cerebro y los músculos.

Normalizar los niveles de azúcar

“No es cuestión de ser alarmista”, insiste la doctora Vázquez porque una glucosa a 100 no corresponde a una diabetes tipo 2, pero si es la antesala del trastorno que es la prediabetes.

Si actúa justo en ese momento con el plan que se propone, puede perder 2 cm de cintura, la grasa que se acumula en el abdomen favorece la diabetes y normalizan los valores en un mes.

Cuatro semanas es un tiempo adecuado para introducir poco a poco los cambios necesarios en su alimentación y en la actividad diaria que se sugiere a continuación.

El objetivo es que estos nuevo hábitos se conviertan en una costumbre y lo acompañe siempre y en caso que ya sufre de diabetes, este plan es aún más obligatorio para controlarla.

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Revisar la alimentación

El objetivo es que ponga en práctica la dieta mediterránea. Reducir los alimentos ultra procesados, refrescos y como norma, intentar comer lo más natural posible.

Coma hidratos de carbono saludables, son los cereales integrales, las legumbres, las hortalizas. No tiene que quitar el pan, pero si pasarse al integral .

Incluya una ración de verde en cada comida. Puede ser una ensalada, un plato de verdura o la guarnición del pescado. En cuanto a la fruta puede tomar dos piezas de postre, nunca solas.

Horarios de comidas

Comer de forma desordenada aumenta los picos de azúcar en sangre y favorece la diabetes tipo 2.

Haga 5 comidas al día y a la misma hora cada día, desayuno almuerzo y cena , mediodía y media tarde para que no pase más de 3 horas entre cada ingesta.

El desayuno fuerte, y la cena ligera. A medida que avanza el día, su cuerpo se ralentiza y sus raciones deben disminuir. Lo último que coma tiene que ser a las 8 de la noche como mucho. Ese ayuno entre la cena y el desayuno al día siguiente ayuda al páncreas a repararse correctamente.

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