Es un trastorno poco usual en el que la hipófisis no produce la cantidad necesaria de una o más hormonas, e incluso no llega a producirlas. 

La hipófisis es una glándula del tamaño de un frijol, que forma parte de del sistema endocrino; su función principal es producir y liberar una serie de hormonas que actúan en casi todas las partes del cuerpo.

Cuando tienes esta condición, presentas una deficiencia en una o más hormonas propias de la hipófisis, provocando impactos en el crecimiento, la presión arterial e incluso la reproducción, sin embargo, dependiendo de la hormona afectada se presentan los síntomas. En el caso de tener esta patología, el tratamiento más común es por medio de medicamentos que reemplacen las hormonas faltantes y así controlar los síntomas.

Si tu médico sospecha que puedes tener esta enfermedad, podría realizar estos estudios:

Pruebas de sangre

A través de este análisis se pueden medir tus niveles hormonales, de las hormonas tiroideas, suprarrenales o sexuales. Una vez identificado se pasa a determinar si sus bajos niveles están relacionados con la hipófisis.

Pruebas dinámicas o de estimulación

En este caso, tu médico te podrá recomendar ir a una clínica especializada en trastornos endocrinos, esto debido a que este tipo de pruebas verifican los niveles hormonales luego de haberte tomado unos medicamentos enfocados en estimular la producción de hormonas.

Diagnóstico por imágenes del cerebro

A través de una resonancia magnética o de una la tomografía computarizada de alta resolución del cerebro, se  pueden detectar un tumor hipofisario u otros problemas de la hipófisis.

Pruebas de la visión

En este caso, este tipo de pruebas pueden determinar si el crecimiento de un tumor hipofisario ha afectado tu vista o tu campo visual.

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