Dentro de los síntomas de la diabetes tipo 1, suelen aparecer en edad temprana siendo los más comunes la micción frecuente, sed excesiva, pérdida de peso y cansancio crónico. En el caso de la diabetes tipo 2, la sintomatología es similar, aunque más leve. De ahí que su diagnóstico sea más tardado e incluso más difícil.

Ahora bien, cualquiera de estos dos tipos de diabetes puede provocar la caída del cabello y generar una alopecia temporal, que es necesario diagnosticar y tratar adecuadamente. El sistema circulatorio es el responsable de la regeneración de los folículos pilosos, que requieren del estímulo del torrente sanguíneo para el crecimiento del mismo, ya que los globulos rojos facilitan la llegada de los nutrientes y el oxigeno. Sin embargo, la alteración hormonal de la insulina obstruye estos folículos contribuyendo y facilitando su caída.

Esta afección se presenta en hombres y en mujeres por igual, y también está fuertemente relacionado con el sistema inmune del paciente, pues al estar debilitado y propenso a desarrollar infecciones en el cuero cabelludo, puede interrumpir el proceso del crecimiento.

Si bien algunos medicamentos utilizados en la diabetes, como las sulfonilureas, también pueden desencadenar una mayor caída de cabello, los expertos destacan que la alopecia asociada a esta enfermedad es un efecto adverso temporal que se podrá controlar una vez que esta afección se estabilice, haciendo que el ciclo de crecimiento del cabello comience a normalizarse.

Lo cierto es que los especialistas recomiendan que el paciente acuda con un experto para que le brinde la valoración adecuada según su estado de salud, y permita descartar otros factores que puedan provocar la pérdida de cabello. Una vez conozcamos las causas reales de esta alteración, será mucho más sencillo abordar la alopecia en el paciente de forma eficaz y segura.

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