Las personas que padecen diabetes tienen el triple de posibilidades de sufrir infecciones urinarias, en comparación con personas no diabéticas. Esto se debe al impacto que tiene la condición sobre el funcionamiento del sistema inmune, la alteración en los niveles de glucosa en sangre y orina, afectando no solo los vasos sanguíneos, sino también el tracto urinario.

Los niveles elevados de glucosa en sangre que tienen las personas diabéticas favorece la proliferación de hongos y bacterias en el tracto urinario, lo que puede provocar la aparición de muchas infecciones, entre ellas la cistitis.

Además, los tratamientos farmacológicos que suelen tomar los diabéticos para disminuir los niveles de glucosa en sangre hacen que excreten una mayor cantidad de glucosa por la orina, por lo que como efecto secundario aumenta también la posibilidad de sufrir tanto infecciones de orina o cistitis como infecciones vaginales, sobre todo candidiasis vaginales, ya que la orina con glucosa es ácida y baja el pH vaginal.

Factores de riesgo

  • La obesidad.
  • Aparición de cálculos renales.
  • Incontinencia urinaria.
  • Pacientes sondados.
  • Pacientes encamados.
  • Retención de líquidos.
  • Uso de corticoides durante largos períodos

Los pacientes diabéticos tras el tratamiento con antibióticos suelen tener infecciones de orina o cistitis recurrentes al cabo de unas semanas. Un uso excesivo de antibióticos en diabéticos puede dañar la microbiota vaginal e intestinal, produciéndose entonces infecciones de orina o cistitis, prostatitis, candidiasis vaginales y vaginosis bacterianas añadidas.

Cada nueva infección y tratamiento con antibióticos aumenta la resistencia de las bacterias, por lo que se ha hecho necesario el desarrollo de nuevos enfoques para el tratamiento de la infecciones de orina o cistitis recurrentes, prostatitis, candidiasis vaginales y vaginosis bacterianas.

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Las mujeres diabéticas con bacteriuria asintomática presentan mayor riesgo de infecciones del tracto urinario y de hospitalización por sepsis urinaria, sin embargo, no hay evidencia de que el tratamiento antibiótico en esta situación sea beneficioso. El uso de tratamiento tópico con estrógenos es eficaz para la prevención de la bacteriuria asintomática y disminuye la infección del tracto urinario en mujeres posmenopáusicas que presentan diabetes.

Fuentes consultadas: Revista Snitaria de Investigación, Plus Quam Pharma, Elsevier

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