Por fortuna la tecnología aplicada al sector de la salud avanza a pasos agigantados  y cada vez son más los dispositivos que facilitan el día a día de las personas que padecen alguna enfermedad. En diabetes tipo 1, el control de la glucosa y la administración de la insulina están cambiando.

En las personas con diabetes tipo 1 el páncreas no produce insulina. Esta hormona se encarga de recoger la glucosa procedente de los alimentos y la lleva al interior de las células, donde se utiliza como fuente de energía.

Sin insulina, la glucosa se acumula en la sangre, provoca hiperglucemia, daña los vasos sanguíneos y acelera el proceso de acumulación de placa en las arterias, arterioesclerosis. Por eso, entre otros posibles problemas de salud, la diabetes aumenta el riesgo de desarrollar trastornos cardiovasculares.

Glucosa bajo control

Además de seguir una fiesta saludable y hacer ejercicio, el tratamiento de la diabetes 1 pasa por controlar los niveles de glucosa en sangre y administrar insulina de por vida para compensar su falta.

Hasta hace unos años, las personas insulinodependientes tenían que realizarse punciones en el dedo varias veces al día para obtener una gota de sangre y medir el nivel de glucosa.

En función del valor obtenido y de otros parámetros, los alimentos que tenían previsto ingerir, la cantidad de ejercicio físico, debían calcular la dosis de insulina adecuada y administrarse mediante una jeringuilla desechable.

Gracias a los avances de la tecnología aplicada al ámbito de la salud, los sistemas de medición y administración de insulina han evolucionado de forma espectacular. Hoy en día los pacientes pueden acceder a nuevos dispositivos que permiten aplicar el tratamiento de una manera mucho más fácil y práctica y mejorar en gran medida su calidad de vida.

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Andoni Lorenzo, presidente de la Federación Española de Diabetes, subraya la importancia de conseguir que esta tecnología llegue a todas las personas diabéticas por igual de modo equitativo. Hoy en día, algunas comunidades van más avanzadas que otras a la hora de implementar el acceso a estos sistemas a través de la sanidad pública.

“Además, es importante que en las adjudicaciones se prime la tecnología por encima del precio, ya que en muchos concursos se está ofreciendo tecnología de hace unos años, en lugar de priorizar los últimos modelos”, añade.

Nuevos medidores de glucosa capilares

Los medidores de glucosa capilares son todavía el sistema más extendido entre las personas con diabetes. Introduce la tira, le hace una punción en el dedo y con la gotita de sangre, le da su nivel de glucosa, explicó Andoni Lorenzo.

Los nuevos glucómetros son mucho más rápidos y en pocos segundos ofrecen una medición. Incluso facilitan información extra. Por ejemplo, permite introducir datos como la cantidad de hidratos que va a ingerir y el mismo dispositivo le puede dar un orientación de la dosis de insulina que le conviene.

Muchos de estos dispositivos almacenan los datos de las mediciones, lo que facilita ver la evolución de los niveles de glucosa a lo largo del tiempo.

Además, incorporan tecnología bluetooth sincronizarlos con un orden o con otro dispositivo electrónico. De este modo resulta mucho más fácil acceder a esta información o compartirla con otras personas, como la familia o el equipo médico.

Monitores flash de medición continua

Los monitores de glucosa con sistema flash consiste en un sensor con un filamento flexible que se inserta debajo de la piel, generalmente detrás del brazo y dura 14 días. Mediante un transmisor, envía una señal a un monitor.

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El dispositivo realiza lectura de glucosa continuamente. No tiene más que pasar por encima su móvil o un lector que le facilitan con el sensor y detecta, vía bluetooth, el nivel de azúcar. Por el momento, este sistema está financiado por la sanidad pública para niños entre 4 y 18 años.

“La importancia de esta tecnología es que marca tendencia y le permite anticiparse. Por ejemplo, si le hace una punción capilar y le marca como resultados 80 que sería la medida perfecta, puede pensar que está bien y seguir con su vida normal sin problema”.

Con la tecnología flash, si el medidor lo ponen 80 y una flecha hacia abajo, significa que muy posiblemente en 20 minutos o media hora va a tener una bajada de azúcar. Entonces puede anticiparse a tomar su zumo o azucarillo. Así se evita pequeños contratiempos, tener que interrumpir su rutina o su actividad.

Este tipo de tecnología está avanzando con gran rapidez. En los nuevos modelos que se están empezando el sensor tiene una duración de unos 100 días e incluso hasta 6 meses.

Bombas de insulina inteligente

Los infusores o bombas de insulina son dispositivos pequeños de un tamaño incluso inferior al de un móvil, que introducen constantemente pequeñas cantidades de insulina en el cuerpo.

Consisten en una bomba programada para suministrar insulina durante las 24 horas del día y un tubo muy fino de plástico terminando en una cánula que queda introducida bajo la piel. El equipo médico determina la cantidad de insulina que el aparato va a suministrar a lo largo del día.

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