Uno de cada 11 adultos tenía DM a nivel mundial, y los hispanos tenían mayores tasas de complicaciones; explicados por factores como una mayor resistencia a la insulina, barreras socioeconómicas y del idioma.
Un estudio determinó que los pacientes gastan anualmente unos $16,750, de los cuales $9,600 son para manejar la diabetes. La mitad de los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DMT2, por sus siglas en inglés) no alcanzan los objetivos y descubren la necesidad de intensificar el tratamiento.
Sin embargo, el doctor Francisco Zayas indicó que el interés de este estudio fue evaluar la reducción media en la prueba de hemoglobina A1C entre los pacientes con DMT2 tratados con inhibidores de SGLT2 como terapia adjunta frente a los pacientes que utilizan otros tratamientos que no la incluyen.
Un análisis de cohorte retrospectivo presentado en la Endocrine Society (ENDO) 2019 Annual Scientific Sessions en New Orleans, encontró que los pacientes puertorriqueños que recibieron terapia adicional con inhibidor de SGLT-2 mejoraron sus niveles de hemoglobina A1C previamente dañinos a nivel de tasa mejor que la de los pacientes con DMT2 tratados con terapias además de los inhibidores de SGLT-2.
“Puerto Rico se encuentra en una crisis económica que afecta al tratamiento de pacientes garantizado por la disponibilidad de algunos medicamentos debido a la asequibilidad, según lo apoyado por Roglic y otros. Pero, ¿deberíamos considerarlo como un tratamiento complementario de la DMT2? Podemos decir que, si los pacientes pueden sufragar el gasto de SGLT2I y / o están cerca del objetivo, se puede usar como tratamiento complementario, ya que la diferencia media en A1C entre ambos grupos fue de -1.07 a los seis meses. Las limitaciones fueron la corta duración del seguimiento y una pequeña población que utiliza SGLT2I debido a los altos costos de los medicamentos”
Además, los investigadores seleccionaron 130 pacientes TD2M con HbA1C para el análisis de cohorte retrospectivo. De la población, un 53% había sido tratado con inhibidores de SGLT-2. El equipo también revisó los registros médicos y los datos demográficos de los pacientes, así como su historial de tratamiento, HbA1C y los efectos adversos durante un período de seguimiento de seis meses. A los seis meses, la diferencia de medias fue de -1.06 en los pacientes que utilizaron inhibidores de SGLT-2 frente a los que no lo estaban.
En tanto, los investigadores concluyeron que el uso de la clase de fármacos era responsable de un aumento de la reducción media de HbA1C en los pacientes.
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