Por: Lcda. Vilma L. Pérez Ortiz, nutricionista y dietista
Una de las preguntas más frecuentes al recibir un diagnóstico de prediabetes o diabetes es: ¿Qué puedo comer? Lo ideal es que el paciente -en colaboración con una nutricionista/dietista- desarrolle un plan de alimentación de acuerdo a la prescripción de la terapia nutricional que su médico indique. Utilizar un formato o modelo de dieta que sea igual para todo el mundo, tomando en cuenta solo el número de calorías no es correcto, está obsoleto. Los planes de alimentación hay que individualizarlos.
Cifras
Desafortunadamente, los datos nacionales indican que la mayoría de las personas con diabetes no reciben ninguna terapia de nutrición o educación formal sobre nutrición y diabetes; a pesar de que la eficacia, costo-efectividad de la terapia nutricional, cambios en estilo de vida para la prevención y el manejo de la diabetes se ha documentado en múltiples estudios.
Las recomendaciones de la terapia nutricional deben ajustarse regularmente en función de los cambios en las circunstancias de vida, las preferencias y el curso de la enfermedad del paciente. El seguimiento regular con su médico también es fundamental para ajustar otros aspectos del plan de tratamiento.
Recomendaciones
En este artículo vamos a repasar de forma general las principales recomendaciones ofrecidas en el “Reporte Consesus” en mayo de 2019 sobre la individualización de la terapia médico nutricional (TMN) en adultos con diabetes o prediabetes.
El objetivo de la TMN es mejorar y/o mantener las metas en los niveles de azúcar en sangre, alcanzar los objetivos en el control de peso y mejorar los factores de riesgo cardiovascular (presión arterial, lípidos, etc.), dentro de los objetivos de tratamiento individualizados y retrasar y/o prevenir las complicaciones de la diabetes.
Un plan de alimentación estándar o igual para todo el mundo no funciona para la prevención o el control de la diabetes, y es algo muy poco realista dado el amplio espectro de personas afectadas por la diabetes y la prediabetes, sus antecedentes culturales, preferencias personales, condiciones concurrentes y entornos socioeconómicos en los que viven.
Macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas)
La evidencia sugiere que no hay un porcentaje ideal de calorías provenientes de carbohidratos, proteínas y grasas para todas las personas con diabetes o en riesgo de ella. Por lo tanto, la distribución de macronutrientes debe basarse en una evaluación individualizada de los patrones de alimentación actuales, la actividad física, las preferencias y el estado del individuo, incluidos los objetivos metabólicos (glucemia, perfil lipídico, etc.).
Las personas con diabetes -en promedio- ingieren aproximadamente las mismas proporciones de macronutrientes que el público en general: 45% de sus calorías de carbohidratos, 36-40% de calorías de grasas y 16-18% de proteínas. Independientemente de la combinación de macronutrientes, la ingesta total de calorías debe ser adecuada para alcanzar los objetivos de control de peso.
Carbohidratos
Los carbohidratos son una fuente de energía fácilmente utilizada y el principal responsable en la dieta de los niveles de glucosa (azúcar) en sangre luego de haber comido. Los alimentos que contienen carbohidratos con diversas proporciones de azúcares, almidones y fibra tienen una medida/impacto particular de aumentar el azúcar en la sangre (respuesta glucémica). Como parte de un plan de alimentación individualizado que incluye todos los componentes necesarios para una nutrición óptima debemos preferir alimentos con carbohidratos ricos en fibra dietética, vitaminas y minerales y bajos en azúcares añadidos, grasas y sodio.
Fibra dietética
Las personas con diabetes deben consumir al menos un mínimo de 14g de fibra por cada 1000 kcal con al menos la mitad del consumo de granos, integrales preferiblemente. Otras fuentes de fibra dietética incluyen vegetales sin almidón, aguacates, frutas y bayas, habichuelas, guisantes y lentejas.
Se recomienda satisfacer la ingesta recomendada de fibra a través de alimentos que son naturalmente ricos en fibra dietética en comparación con la suplementación por los beneficios adicionales de los micronutrientes coexistentes.
Proteínas
Hay investigaciones limitadas en personas con diabetes o prediabetes sin enfermedad renal sobre el impacto de diversas cantidades de proteínas consumidas. Algunas comparaciones de cantidades de proteínas no han demostrado diferencias en los resultados relacionados con la diabetes.
Grasas
Se ha establecido una distribución aceptable de 20-35% de la ingesta total de calorías. Sin embargo, los patrones de alimentación que reemplazan ciertos alimentos altos en carbohidratos por aquellos con mayor contenido de grasa total han demostrado mejoría en el control de la glucemia y ciertos factores de riesgo cardiovascular (colesterol HDL [bueno] y triglicéridos) en comparación con las dietas bajas en grasa. Para prevenir la enfermedad cardiovascular es más importante la calidad o los tipos de grasas que la cantidad total de grasa.
Estudios epidemiológicos han encontrado que el consumo de grasas poliinsaturadas (grasas líquidas a temperatura ambiente) están asociados con un menor riesgo de diabetes tipo 2. Los alimentos que contienen fuentes sintéticas de grasas “trans” deben utilizarse lo menos posible o no utilizarse.
Colesterol
El cuerpo produce suficiente colesterol para funciones fisiológicas y estructurales, de modo que las personas no necesitan obtener colesterol a través de los alimentos. Las recomendaciones exactas para controlar el colesterol en la dieta de personas con diabetes no son tan claras. Se necesita más investigación en cuanto a la relación entre el colesterol en la dieta, el colesterol en la sangre y los eventos cardiovasculares en personas con diabetes. Aunque se ha demostrado que tener altos niveles de colesterol es un factor de riesgo cardiovascular.
Patrones de alimentación
Un patrón de alimentación representa la totalidad de todos los alimentos y bebidas consumidos. Representa una guía para ayudar a las personas a planificar cuándo, qué y cuánto comer diariamente y se aplica a los alimentos que se enfatizan en el patrón de alimentación seleccionado por la persona.
La investigación más sólida disponible relacionada con los patrones de alimentación para la prediabetes o la prevención de la diabetes tipo 2 son los planes de alimentación al estilo mediterráneos, bajos en grasas o bajos en carbohidratos. Independientemente de cuál escoja, los factores claves en el patrón del paciente diabético son: 1) enfatizar los vegetales sin almidón, 2) minimizar los azúcares simples (dulces) y los granos refinados y 3) elegir alimentos integrales sobre alimentos altamente procesados.
Control de peso
Existe evidencia sustancial que indica que la pérdida de peso es altamente efectiva para prevenir la progresión de la prediabetes a diabetes tipo 2 y en el control de la salud cardiometabólica en diabetes tipo 2. El sobrepeso y la obesidad también son cada vez más frecuentes en personas con diabetes tipo 1 y presentan desafíos clínicos con respecto al tratamiento de la diabetes y los factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular.
Por lo tanto, se recomienda un plan general de alimentación saludable que provoque la pérdida de peso en personas con diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 o prediabetes y sobrepeso/obesidad.
La actividad física regular que contribuya tanto a la pérdida de peso como a la prevención de la recuperación de peso también es recomendada.
Endulzantes artificiales
Reemplace las bebidas azucaradas por agua con la mayor frecuencia posible. El consumo de estas bebidas contribuye a un riesgo significativamente mayor de diabetes tipo 2, aumento de peso, enfermedad cardíaca, enfermedad renal, enfermedad hepática no alcohólica, caries dentales y enfermedad periodontal.
Reemplazar los azúcares simples con sustitutos de azúcar podría disminuir la ingesta diaria de carbohidratos y calorías. Estos cambios en la dieta podrían afectar beneficiosamente el control glucémico, de peso y cardiometabólico. Aunque los expertos indican que se necesita más investigación para confirmar estos conceptos.
Alcohol
Se recomienda que los adultos con diabetes o prediabetes que ingieren alcohol (hard liquor) lo hagan con moderación (una bebida o menos por día para mujeres adultas y dos bebidas o menos por día para hombres adultos). Recuerde la importancia del monitoreo de la glucosa después de tomar bebidas alcohólicas para reducir el riesgo de hipoglucemia.
Suplementos
El uso rutinario de suplementos de micronutrientes de cromo, vitamina D o cualquier suplemento a base de hierbas, como canela, curcumina, cundeamor, aloe vera, chaya y la planta llamada insulina para mejorar la glucemia en personas con diabetes no está respaldado por la evidencia y por lo tanto, no se recomienda.
La evidencia científica no respalda el uso de suplementos dietéticos en forma de vitaminas o minerales para cumplir objetivos glucémicos o mejorar los factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular en personas con diabetes o prediabetes, a menos que no se tenga una deficiencia identificada.
Las personas con diabetes que no alcanzan los niveles de glucosa adecuados pueden tener un mayor riesgo de deficiencias de micronutrientes, por lo que es esencial mantener una ingesta equilibrada de fuentes de alimentos que proporcionen al menos la cantidad diaria recomendada de nutrientes y micronutrientes.
Sodio
Se recomienda consumir menos de 2300 mg de sodio al día.
Para finalizar, quiero recordar que actualmente contamos con plataformas tecnológicas y herramientas digitales que nos ayudan y brindan mucha información de cómo controlar la condición de la diabetes.
Su médico, dietista y otros profesionales de la salud estamos para ayudarte, pero recuerde que solo podemos hacerlo si usted acepta ser el principal cuidador de su salud.
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