Es una complicación grave que pueden desarrollar los pacientes con diabetes, sin embargo, es más común en diabetes tipo 1. La cetoacidosis ocurre cuando el cuerpo no tiene suficiente insulina para permitir que el azúcar en la sangre ingrese a las células para usarlo como energía, provocando que el hígado descomponga grasa para obtener energía.

Este proceso crea ácidos llamados cetonas, cuando el cuerpo las produce excesivamente rápido, pueden llegar a acumularse hasta llegar a niveles peligrosos, por lo cual se considera una emergencia médica que se debe tratar inmediatamente. 

Por lo general, esta enfermedad es lenta y entre sus primeros síntomas están: tener mucha sed y orinar mucho más que lo habitual. Sin embargo, al no tratarse a tiempo, pueden aparecer otros signos de alerta, como los siguientes: respiración rápida y profunda, piel y boca secas, cara enrojecida, aliento que huele a fruta, dolores de cabeza, rigidez o dolores  musculares, cansancio, náuseas y vómitos, y dolor estomacal.

La cetoacidosis diabética aparece cuando hay niveles muy altos de azúcar en la sangre, pero niveles muy bajos de insulina, esto puede ser causado por alguna enfermedad que no te permita comer o beber normalmente, por lo cual, se dificulta el manejo de azúcar en la sangre, también puede ser causada por no inyectarse la insulina cuando le correspondía, tener una obstrucción en la bomba de insulina, o aplicarse la dosis de insulina equivocada.

Sin embargo, existen otras causas como: un ataque cardiaco o derrame cerebral, lesiones físicas, como las producidas en un accidente automovilístico, consumo de alcohol o drogas y ciertos medicamentos, como algunos diuréticos y corticosteroides.

En algunos casos, la cetoacidosis diabética es el primer síntoma en pacientes con diabetes, en aquellas personas que aún no están diagnosticadas.

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