Desde que son muy pequeños, los niños afectados por la diabetes infantil, aquella en la que el páncreas no produce insulina, comienzan a mostrar síntomas de su padecimiento. Por eso, resulta fundamental que padres, cuidadores y médicos primarios estén alertas ante los primeros síntomas de esta condición, pues la detección temprana mejora notablemente la calidad de vida del niño y su familia.
Signos de alarma
Sed en exceso
Los riñones en los niños con diabetes deben trabajar mucho más. Como el páncreas no cumple su función adecuadamente, el organismo pierde líquidos y glucosa con mayor rapidez que en niños que no tienen la enfermedad. Al orinar, el cuerpo se queda sin reservas, dejando al niño en un estado de deshidratación que no siempre se detecta.
Fatiga
Cuando el cuerpo humano no absorbe azúcar, o no de la forma correcta, se queda sin reservas de energía necesarias para que los órganos cumplan sus funciones. En el caso de la diabetes, el cuerpo no tiene un minuto de descanso por el trabajo continuo de los riñones. Esto hace que las actividades cotidianas se vuelvan tediosas y agotadoras.
Orinar constantemente
Si el niño va al baño muchas veces en el día, puede ser un signo de diabetes. En el caso de los niños con la enfermedad, las micciones serán de gran volumen y también se presentarán en las noches aunque el niño lleve mucho tiempo sin consumir alimentos o beber líquidos. Si sospechas que es el caso de tu hijo, debes llevarlo al médico primario para que realice los análisis pertinentes.
Disminuye la agudeza visual
Si la diabetes infantil no se detecta a tiempo, el niño puede sufrir las consecuencias en su visión. En estadíos tempranos, la enfermedad causa edemas en el cristalino que a largo plazo puede influir directamente sobre la retina y causar ceguera o problemas crónicos de visión.
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