La diabetes afecta a más de cinco millones de personas en España. A pesar de su prevalencia, todavía existen muchas creencias falsas en torno a ella. Destapamos las más extendidas.
Con más de cinco millones de personas diagnosticadas de diabetes en España, y con muchas más sin saber que la padecen, se hace necesario desmentir las falsas creencias asentadas en la población sobre ella. Sobre todo, teniendo en cuenta las graves consecuencias que puede traer consigo, como ceguera, insuficiencia renal, infarto, amputación de miembros inferiores y muerte.
“CONSUMIR AZÚCAR CAUSA DIABETES”
Este es uno de los mitos más extendidos. Y es que, se podría pensar que, como la diabetes consiste en contar con niveles demasiado altos de azúcar en sangre, las personas que tienen diabetes ingieren demasiado azúcar, pero es falso. Todos los hidratos de carbono que consumimos (presentes en granos, frutas, lácteos y verduras) se convierten en glucosa para darnos energía. La insulina es, entonces, la hormona encargada de desbloquear las células para que la glucosa pueda llegar a ellas.
La diabetes tipo 2 se trata de una enfermedad metabólica en la que la forma en la que el organismo procesa la insulina se ve alterada. Por eso, aunque una dieta poco saludable y llena de azúcar y alimentos procesados puede aumentar el riesgo de padecerla, el azúcar por sí solo no causa ningún tipo de diabetes, ni el tipo 2, ni el tipo 1, ni la gestacional.
Tampoco es cierto que las personas con sobrepeso u obesidad vayan a tener diabetes tipo 2. Aunque el sobrepeso sea considerado un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad, en su debut influyen otros como los antecedentes familiares, la raza o la edad. La mayoría de la gente con sobrepeso no tiene diabetes tipo 2, y mucha gente que padece la enfermedad tiene un peso normal o un sobrepeso muy leve.
“LA DIABETES TIPO 1 ES LA MÁS GRAVE”
También falso. Las diabetes tipo 1, tipo 2 y gestacional son igualmente graves.
La errónea creencia de que la diabetes tipo 1 es más peligrosa viene, probablemente, de antes del descubrimiento de la insulina. Entonces, muchos niños morían semanas después de ser diagnosticados de diabetes tipo 1, y ese miedo o trauma persiste en la actualidad. Lo cierto es que, tanto el tipo 1 como el tipo 2 son peligrosos, pero por diferentes motivos.
Las grandes amenazas de los enfermos de diabetes tipo 1 son la hipoglucemia, la cetoacidosis diabética y el diagnóstico erróneo; mientras que en la diabetes tipo 2 es su frecuente diagnóstico tardío por síntomas poco evidentes, ya que los pacientes suelen descubrirla cuando llegan al médico con un problema grave, como una ceguera o una infección que amerita amputación de un miembro.
Encuentro sobre diabetes tipo 2
El viernes 9 de este mes, a las 13:00, Javier Escalada, presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, y Ana Belén Torrijos, presidenta de la Federación de Asociaciones de Diabetes de la Comunidad de Madrid, hablarán sobre diabetes tipo 2 y resolverán las dudas de los lectores de EL MUNDO. Pueden dejar sus preguntas en los comentarios de esta noticia.
“LA DIABETES PUEDE CURARSE”
No, no existe cura para ningún tipo de diabetes. Y, aunque hay ciertos alimentos que pueden mejorar la sensibilidad o resistencia a la insulina de los pacientes de diabetes tipo 2, no habrá hierba o comida que puedan ingerir que vaya a eliminar la enfermedad.
Sin embargo, y en caso de diabetes tipo 2, si se detecta muy temprano, algunas personas pueden llegar a revertir la enfermedad cambiando drásticamente su estilo de vida, integrando una dieta saludable y ejercicio físico.
“LAS PERSONAS CON DIABETES NO DEBEN COMER PAN, PATATAS O PASTA”
Los alimentos con carbohidratos (pan, cereales, fideos, arroz integral, patatas, batatas, guisantes o maíz) son saludables y una buena fuente de energía, también para las personas con diabetes. La clave está en controlar las porciones. Para esto, lo mejor es consultar a un médico para que le explique cuáles son las cantidades más adecuadas según su caso.
“COMO LA FRUTA ES SALUDABLE, CUANTO MÁS SE COMA, MEJOR”
Las frutas son sanas y necesarias en nuestra dieta. Contienen fibra, y una gran cantidad de vitaminas y minerales; pero también contienen carbohidratos. Así que, como se ha explicado en el mito anterior, deben consumirse con moderación y siguiendo las pautas de un profesional.
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