Beber una taza de café al día redujo de 4% a 6% el riesgo individual de desarrollar diabetes de tipo 2, según datos de un par de cohortes grandes basadas en la población.

El café previamente se había asociado con menos riesgo de diabetes de tipo 2, comentó Carolina Ochoa-Rosales, Ph. D., del Erasmus University Medical Center, en Róterdam, Países Bajos. Sin embargo, no se ha estudiado bien el efecto potencial del consumo de café sobre la inflamación asintomática asociada con diabetes de tipo 2.

En un estudio presentado en el Congreso de la American Heart Association, Epidemiology and Prevention/Lifestyle and Cardiometabolic Health de 2021, Ochoa-Rosales y sus colaboradores analizaron información de hombres y mujeres que se incluyeron en el estudio UK Biobank (145.368) y en el estudio Rotterdam (7.172).

La evaluación del consumo de café se basó en entrevistas, mientras que la incidencia de diabetes se basó en determinaciones de la glucosa en ayunas, registros médicos generales y registros de farmacia de medicación para tratar la diabetes de tipo 2.

Los investigadores utilizaron el modelo de riesgos instantáneos proporcionales de Cox para determinar la relación entre el café y la diabetes de tipo 2, efectuando el control con respecto a factores sociodemográficos, de salud y de estilo de vida.

En general, el aumento de una taza de café al día se asoció con reducción de 4% a 6% en el riesgo de diabetes de tipo 2 (hazard ratio [HR]: 0,94 para el estudio Rotterdam y 0,96 para el estudio UK Biobank). Al parecer los efectos fueron más potentes en bebedores de café filtrado o molido que en aquellos que informaron beber principalmente café instantáneo, añadió.

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Además, el aumento del consumo de café de una taza al día se vinculó con niveles más bajos de la evaluación longitudinal del modelo homeostático para evaluar la resistencia a la insulina (HOMA-IR), observándose niveles más bajos de proteína C reactiva y más altos de adiponectina, destacó Ochoa-Rosales.

Los niveles de proteína C reactiva y adiponectina pueden contribuir a la asociación entre el consumo de café y el riesgo de diabetes, indicó. En un análisis de mediación, los niveles de proteína C reactiva mediaron aproximadamente 3% a 9% del efecto del café sobre el riesgo de diabetes de tipo 2; se observó algún efecto para adiponectina, pero no alcanzó la significancia estadística, añadió.

Los hallazgos del estudio estuvieron limitados por la falta de control con respecto a todas las posibles variables de confusión, y los resultados deben interpretarse con cautela, agregó Ochoa-Rosales. Sin embargo, los resultados se fortalecieron por el gran tamaño de la muestra e indican que los efectos favorables del café sobre la reducción del riesgo de diabetes de tipo 2 son mediados en parte por mejoras en la inflamación sistémica, concluyó. “Otros mediadores que no investigamos también desempeñan un papel”.

La cohorte grande añade credibilidad

Aunque previamente se ha informado de las asociaciones entre el café y la diabetes de tipo 2, “este estudio ofrece observaciones importantes debido a los análisis cuidadosamente estandarizados de estas dos fuentes de datos importantes”, indicó Linda van Horn, Ph. D., jefa de nutrición en el Departamento de Medicina Preventiva de la Northwestern University, en Chicago, Estados Unidos.

Pero lo que hace a este estudio diferente es que “estos investigadores plantearon la hipótesis de que esta asociación podría deberse a un beneficio antiinflamatorio”, destacó.

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La conclusión práctica para los profesionales clínicos es que consumir cantidades moderadas de café filtrado puede ofrecer reducción del riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2, comentó van Horn. Sin embargo, se necesita investigación adicional para determinar cuál sería la cantidad total de café al día, y si añadir crema, azúcar u otros aditivos hace alguna diferencia en cuanto a los resultados.

“Asimismo, aún no se ha explorado el riesgo frente al beneficio de beber café en el curso de la vida, incluyendo la infancia, el embarazo y la vejez, con las posibles interacciones adversas de fármacos y nutrientes”, señaló.

Ochoa-Rosales declaró financiación para el estudio de parte del Instituto de Información Científica sobre el Café, pero ha declarado no tener otro conflicto de interés económico pertinente. Van Horn ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

Fuente: Medscape

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