Por: Andrés Ortiz, MD, endocrinólogo clínico

El ejercicio es uno de los tres pilares en el tratamiento de la diabetes, incluyendo medicamentos y nutrición. Lamentablemente, debido a la alta prevalencia de la diabetes en Puerto Rico y América del Norte, además de múltiples factores, muchos pacientes son referidos a un endocrinólogo cuando ya tienen múltiples complicaciones de diabetes. La mayoría de estos pacientes no han sido evaluados u orientados por un educador de esta enfermedad y desconocen el rol que tienen el ejercicio y la dieta en el control de su condición. 

Cabe mencionar que las patofisiologías de la diabetes tipo 1 y tipo 2 son distintas, por lo cual el efecto de los ejercicios es distinto. La diabetes tipo 2 (la más común) tiene un componente de resistencia a la insulina muy importante y el ejercicio provee su mayor beneficio a través de este mecanismo; mientras que la diabetes tipo 1 requiere insulina invariablemente

Otro beneficio por considerar es el control de condiciones asociadas a la diabetes, como la hipertensión, obesidad, osteoartritis y colesterol, entre otros. Existen estudios que nos demuestran los múltiples beneficios. Los ejercicios pueden tener efectos a corto plazo y a largo plazo, y se deben a múltiples factores incluyendo, pero no limitándose, a la pérdida de peso y cambios hormonales positivos.

Evidencia científica

En un estudio donde personas realizaron durante 12 meses la cantidad recomendada de ejercicios para la diabetes Tipo 2, hasta 73% pudo reducir sus medicamentos y hasta 50% pudo eliminar todos sus medicamentos para la diabetes.

La inactividad física, sin importar el individuo, produce un ciclo vicioso inflamatorio. El sedentarismo produce aumento en la grasa visceral, lo cual -a su vez- produce una cantidad de sustancias proinflamatorias que promueven enfermedad en la circulación, neurodegenerativa, descomposición de músculos y crecimiento tumoral, entre otras. Además, estas sustancias proinflamatorias son parte importante en el proceso de destrucción de células beta en el páncreas, encargadas de producir insulina, empeorando a su vez la condición. El ejercicio produce sustancias que evitan la secreción de estas sustancias proinflamatorias. 

Soy diabético y quiero hacer ejercicios. ¿Estoy apto para comenzar? ¿Cuánto es lo necesario?

Es importante si usted tiene diagnóstico de diabetes, antes de comenzar cualquier programa de ejercicios debe discutirlo con su médico, ya que existen algunas precauciones y consideraciones.  Una persona de pobre actividad física debe de comenzar gradualmente y con supervisión, ya que lesiones pueden empeorar agudamente la salud y/o desmotivar, lo cual hace más difícil adherirse a un programa de ejercicios a largo plazo. Todo paciente diabético debe de ser evaluado por un oftalmólogo para descartar retinopatía diabética severa, ya que esto puede ser una contraindicación para ejercicios de resistencia. Los pacientes con neuropatía diabética severa deben de utilizar calzado especial y cómodo, además de evitar ejercicios de alto impacto, ya que están más propensos a desarrollar úlceras de no hacerlo apropiadamente.  Aquellos pacientes con condiciones cardiovasculares deberán tener la aprobación de su médico cardiólogo antes de hacer ejercicios de intensidad moderada.

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Recomendaciones

Como regla general, si no hay limitaciones músculo esqueletales, cualquier persona puede hacer ejercicios de baja intensidad, como es caminar a paso lento, pudiendo sostener una conversación. 

La recomendación general en pacientes diabéticos es que se deben hacer al menos 150 minutos a la semana de ejercicios con intensidad moderada (50-70% del ritmo cardíaco máximo), divididos en sesiones de 30-60 minutos.  Esto debe de consistir en ejercicios aeróbicos, además de ejercicios de resistencia al menos 2-3 veces en semana, enfocándose en extremidades superiores, inferiores y tronco, al menos 10 repeticiones de cada uno. De ser un individuo con experiencia en ejercicios, sin contraindicaciones, y con aprobación de su médico, una opción es hacer 75 minutos de ejercicios de alta intensidad y bajo volumen.

Un ejemplo de ejercicios de alta intensidad y bajo volumen es correr a 90% del máximo de el ritmo cardíaco por 60 segundos, descansar por 60 segundos, y repetir múltiples veces. Las sesiones de 30 minutos pueden ser divididas en 10 minutos de calentamiento y 20 minutos de ejercicios de intensidad moderada.  No se debe de tomar más de 2 días de receso entre sesiones de ejercicios, ya que el beneficio metabólico se pierde increíblemente rápido. 

Además de recomendaciones en intensidad de ejercicio y duración, no existe una receta perfecta de ejercicios para nadie. De la misma forma que todos tienen distintos gustos en música y comidas, los tienen en actividad física. Lo más importante en cuanto a selección de actividad física es el factor de entretenimiento subjetivo y que estos sean sostenibles a través del tiempo.  Algunas personas prefieren caminar, otras ir a un gimnasio con entrenador personal/grupal, bailar, practicar yoga, etc. 

Medicación

Existen múltiples medicamentos para controlar la diabetes, pero todos actúan con distintos mecanismos y se deben tomar en consideración cuando hacemos ejercicios.  Por ejemplo, las insulinas, y medicamentos orales como glipizide o glimepiride son lo que llamamos hipoglucemiantes, ya que continúan disminuyendo el azúcar mientras el medicamento esté en el sistema, independiente de ingesta de carbohidratos.

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A su vez, la actividad física mediante múltiples mecanismos disminuye los niveles de azúcaren la sangre, por lo cual las personas con estas clases de medicamentos poseen mayor riesgo de hipoglucemia si no toman las precauciones necesarias.Es importante verificarse el azúcar capilar antes, durante y después de una sesión de ejercicios, ya que puede ayudar a predecir necesidad de ingesta de carbohidratos y patrones para futuras sesiones de ejercicios/actividad física. Hay que tomar siempre en consideración la hora del día, la última ingesta de carbohidratos y la última dosis de medicamentos.

De tomar este tipo de medicamentos, y tener el azúcar < 100 mg/dL antes de ejercicios, debe de ingerir 15-30 gramos de carbohidrato (4-8oz de jugo, 1-2 cucharadas miel, 1 manzana, 4-6 tabletas azúcar, etc.). Cuando el cuerpo está en ayuna, utiliza múltiples recursos para mantener los niveles de glucosa apropiados en el cerebro y órganos vitales, incluyendo romper glucógeno (una molécula de almacenamiento de glucosa) proveniente del hígado y de los músculos. Los músculos pueden utilizar este glucógeno para sí mismos, pero no para responder a un evento de hipoglucemia, ya que no contiene las enzimas necesarias, como sucede con el hígado.

Especialmente después de ejercicios aeróbicos, los pacientes que utilizan este tipo de medicamentos pueden desarrollar episodios de hipoglucemia tardía hasta 8 horas después de los ejercicios, por lo cual deben ser monitoreados. Siempre se debe mantener bien hidratado antes, durante y después de los ejercicios para evitar complicaciones metabólicas. Las personas que se inyectan insulina deben inyectársela en extremidades que se vayan a ejercitar menos en esa sesión (en los brazos si va a salir a correr), ya que cuando se ejercita, las extremidades tienen más flujo de sangre y aumenta la absorción de insulina, causando resultados impredecibles. 

Qué ejercicios evitar dependiendo del tipo de diabetes

Los individuos con azúcar mayor de 250 mg/dL, especialmente en diabetes tipo 1, deben evitar ejercicio vigoroso hasta manejo apropiado, ya que esto puede, paradójicamente, empeorar complicaciones metabólicas diabéticas, incluyendo cetosis. 

El ejercicio es una herramienta fundamental en el tratamiento de la diabetes, por lo cual es de suma importancia el conocimiento de su función en esta y otras condiciones asociadas; de esta manera promover un estilo de vida activo.

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