Una alimentación basada en el consumo frecuente de vegetales y baja en carbohidratos tiene un impacto positivo más allá de los beneficios que ofrecen los fármacos existentes para personas con diabetes tipo 1 y 2. Así lo demostraría un reciente metanálisis publicado en BMJ.
En términos generales los estudios clínicos sobre temas nutricionales tienden a arrojar pequeños avances. En el caso específico de la investigación desarrollada por el Departamento de Ciencias Nutricionales de la Facultad de Medicina de Temerty de la Universidad de Toronto en Canadá, se encontrarían mejoras clínicas significativas con una certeza de efectos moderada a alta.
La clasificación de alimentos se realiza a razón de su índice glucémico, es decir, de la rapidez en la que afectan los niveles de glucosa en la sangre. Por ejemplo, alimentos como las verduras, frutas y cereales tienden a tener un índice glucémico bajo, ayudan a regular los niveles de azúcar en la sangre y se relacionan con la disminución de riesgos de cardiopatía a causa de la diabetes.
La Dra. Laura Chiavaroli y sus colaboradores utilizaron 27 estudios aleatorizados controlados que incluyen a 1.617 pacientes con diabetes de tipo 1 o 2. Los datos obtenidos documentaban que los tratamientos para la diabetes en estos pacientes se basaron en control moderado de la patología por medio de antihiperglucemiantes o insulina.
Hay que resaltar que en todos los estudios se analizaron los efectos de una dieta con baja carga glucémica en las personas con diabetes durante 3 semanas o más. La mayoría de la muestra poblacional estaba en estado de sobrepeso u obesidad y predominaba la edad media.
Según la Dra. Chiavaroli y sus colaboradores, este estudio “amplía el número de desenlaces cardiometabólicos intermedios relevantes y evalúa la certeza de la evidencia utilizando el sistema GRADE (valoración, desarrollo y evaluación de la fortaleza de las recomendaciones)”.
Los resultados encontrados revelarían que los tratamientos mejoraron el control de la glucemia significativamente. Esto se reflejó en el criterio principal de investigación que era el nivel de hemoglobina glicosilada, el cual tuvo un umbral de reducción menor o igual al 0,3 %, cumpliendo los parámetros propuestos por la Agenda Europea de Medicamentos para la reducción de riesgos por complicaciones médicas a causa de la diabetes.
También se evidenciaron efectos positivos en criterios secundarios, como el nivel de glucosa en ayunas que se redujo en un 0,36 mmol/l, la reducción del 6 % (equivalente a -0,17 mmol/l) en el colesterol de lipoproteínas de baja densidad y una disminución de los niveles de triglicéridos de -0,09 mmol/l. Además de una reducción marginal de peso corporal, un índice de masa más bajo y disminución de inflamación
En contraposición, los niveles de insulina en la sangre, el colesterol de lipoproteínas de alta densidad, el perímetro de la cintura y la presión arterial arrojaron resultados similares con este tipo de tratamiento.
Los investigadores concluyen que este metanálisis debería respaldar la recomendación de implementar una dieta baja en carga glucémica para tratar a pacientes con diabetes. No obstante, agregaron que los resultados encontrados que las pequeñas mejoras encontradas no garantizan que exista una relación en la disminución del riesgo a desarrollar enfermedades cardiovasculares, nefropatía y retinopatía en personas con diabetes.
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